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Altamira, la miopía y el astigmatismo

Altamira, la miopía y el astigmatismo

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En su balance sobre la Comuna de País, Trotsky va hacia adelante cuando remarca la necesidad del proletariado francés, el más aguerrido pero el más embaucado de Europa, de ser tenaz con sus partidos. Comprendió que la mayor falla de los comuneros fue desestimar el método de partido, incluso tres décadas después de publicado el Manifiesto del Partido Comunista. Como conoce al dedillo, y así fue, que en Francia la lucha de clases tendría nuevos episodios de lucha de masas y estallidos revolucionarios, puja por la mayor democracia política entre la clase obrera, para, llegado el momento decisivo, homogeneizar un polo de lucha. En el momento de mayor crisis social y política en la historia argentina, el partido en el que muchos depositaron expectativas, la tendencia del PO, registra su último artículo de la sección «debate» de su periódico digital el día 12 de mayo de 2020. Esto ha resultado en una campaña electoral monolítica, en la que los dirigentes se creen a sí mismos los difusores de la «catástrofe social» pero con discursos que no se ven sometidos a nadie que la viva en carne propia, carente de candidatos obreros, con una estética anticuada incapaz de reflejar la Argentina que despertó la «ola verde», aunque sí apoyada en prejuicios feministas punitivos y que ahora resulta considerar el voto a sí mismo como inútil. Si no fuese por la perseverancia de Jorge Altamira recorriendo la provincia esta nota debería titularse «los que tiraron la toalla».

De premisas verdaderas, conclusiones falsas. La posibilidad de ese razonamiento ha dado lugar a la dialéctica, pero una cosa es la transversalidad del discurso y otra la contradicción lógica. Altamira confirma que no quiere pasar las PASO, ok, eso es lo de menos, las elecciones no son nuestro campo. El problema es mentir sobre el contenido de la política que se desarrolla. Tanto él como Ramal se pasearon durante los últimos ocho meses por todos los grandes medios de comunicación pero fueron incapaces de dar en el clavo de ningún interes popular o de llamar la atención de ningún obrero. El mismo día que los entrevistaron para Clarín y La Nación, varios terrenos fueron ocupados en la Villa 21-24 y, a menos que el editor lo haya omitido y ellos callado, el problema ni se nombra. Ese día quinientos mil docentes fuimos a trabajar, pero sobre la presencialidad, ni . Se habla del FMI en abstracto, sin explicar a fondo el significado concreto. En Capital, la campaña es gravísima, jamás se convocó a ningún debate abierto y todos los fondos fueron gastados en difundir (¡Hasta en el Subte, con lo que sale un cartel!) la sonrisa de los candidato, un académico de la UBA y una total desconocida. El problema de los capitalistas porteños ni existe, parece que el capital inmobiliario no juega ningún rol en la Argentina. Los obreros de Fel Fort, ausentes. En ningún afiche se habla de la constituyente, es decir, se rompió el pacto acordado por la conferencia electoral. Y peor, si de verdad la constituyente era la base de la campaña electoral ¡había que pedir que se vaya el presidente!

Que los subsidios y la emisión descontrolada de la Reserva Federal implicaron un salto monopolista del Capital Financiero no queda ninguna duda. En la argentina del 60% de pobres, crecen los «unicornios», empresas rioplatenses que cotizan en New York y absorben el 90% de las transacciones locales. En ese marco de polarización social inédito porque implica la propia negación de la competencia capitalista y por ende una transición hacia una nueva forma de las relaciones sociales de producción, es que emerge la Guerra Civil en los Estados Unidos, lo cual ha sido completamente omitidos por las «giras de candidatos por los medios». Si no importa hacer campaña para que nos voten, al menos hace falta romper los tabú del lenguaje. Es verdad, sí, que los acuerdos con el FMI abrirán una profunda crisis política y más si lo debe votar el Congreso. La votación rememoraría las jornadas de diciembre de 2017 que, bien miradas, duraron dos días porque fue imposible resistir a la represión de la Federal y la Policía de la Ciudad unidas. Si realmente se convoca a la masa a enfrentar al Estado, entonces, se debe plantear el problema de la revolución violenta, la conformación de milicias populares, la huelga general y el lenguaje de la Guerra Civil. Pero no, la tendencia ni agitó el vocabulario histórico del proletariado ni fue electoralista, fue un gris que pasó desapercibido.

Es verdad que el balance de un partido revolucionario no puede ser medido por un resultado electoral, obvio, pero al menos sí su influencia y reclutamiento, éste último jamás informado a la clase obrera que se pretende ganar o, lo más seguro, totalmente nulo. Al contrario, cuadros y hasta regionales enteras (La Plata) se van del partido denunciando, otra vez, la falta de un boletín interno (Alejandro Guerrero) y a otros se los censura hasta el hartazgo para luego acusarlos de renunciar por su cuenta (Catalina Flexer). En mi caso, estas críticas serán otra vez utilizadas para la muletilla cómo es qué pensas formar parte de la tendencia si tenes ideas opuestas. 

Ahora Altamira acusa a los que pedimos una asamblea abierta de la tendencia para discutir una campaña electoral en los quince días que faltan para convencer al pueblo de que nos vote de macaneros porque queremos pasar las PASO, un despropósito, bien visto, presentarse a elecciones en sí fue macanear al proletariado. En realidad, el artículo de Altamira sólo muestra falta de valor porque anticipa el voto al Frente de Izquierda sin decirlo de Frente. Por supuesto que nosotros también apoyaremos toda expresión popular contra el sistema capitalista. Pero Altamira dirige un partido, que se cree incrustado entre la clase obrera, pero acostumbra y le es imposible dejar el método de presuponer como generales las posiciones propias, un método que le ha costado caro a nuestro partido, pero más caro todavía al proletariado internacional.

Quedan dos semanas de campaña, el único voto útil es a Política Obrera.

Por una asamblea constituyente libre y soberana. Fuera Fernández y fuera el FMI. Armamento para los pueblo insurrectos del mundo. Gobierno internacional de los trabajadores. Erradicación final del Coronavirus.

Maxi Laplagne