diario obrero

En defensa del activismo que quiere seguir luchando, crítica del apoyo de la Tendencia al levantamiento de paro de Ademys

En defensa del activismo que quiere seguir luchando, crítica del apoyo de la Tendencia al levantamiento de paro de Ademys

By

/

read

Escribe Cata Flexer

No quisiera estar en su lugar, compañeros. Sinceramente, son unos zapatos incómodos. La asamblea de Ademys del viernes 19 se caracterizó por un profundo debate entre quienes sostuvimos la necesidad de dar continuidad al paro de 72 horas en una semana en la que inician las clases nuevos niveles y la conducción del sindicato, que defendió el levantamiento. En este debate, un sector de la Tendencia, se posicionó con la conducción (Balance de la asamblea de Ademys – Política Obrera (politicaobrera.com) .

Cuando quién defiende su posición necesita falsificar argumentos, comenzamos mal. En el «balance» publicado en Política Obrera, se dice que quienes sostuvimos la continuidad del paro lo planteamos («literalmente») como «medida de agitación». Falso, el paro es una necesidad ya no sólo politica, frente a los atropellos que todos conocemos, sino vital, en defensa de la vida. Entre quienes defendieron la continuidad, se expresaron compañeros que con total genuinidad mostraron como era la única herramienta que tenían para cuidar a sus familias ante el rechazo del gobierno a licenciar a los convivientes de pacientes de riesgo o de hijos menores. Dos razones son para mi las fundamentales para defender el paro.

Un balance del paro de 72hs. El paro fue claramente dispar, incluso flojo. Sin embargo, la conciencia de la necesidad de parar fue creciendo a medida que los docentes vieron las condiciones criminales en las que nos obligaban a trabajar. Así, en muchos colegios surgieron pliegos de reivindicaciones propios y los docentes se plantearon no dar clase de no cumplirse las condiciones por ellos planteadas, es decir, ir al paro. En otros, el paro fue la herramienta de los docentes para defender su derecho a aislarse frente a los casos positivos que surgieron en los establecimientos. La tendencia quiere «construir la huelga general» pero vota levantar el paro cuando hay una masa de activistas queriendo llevarla adelante.

Por otro lado, no se puede decir que el balance del paro fue positivo («Todas las agrupaciones tuvimos un punto de encuentro en reivindicar el paro, independientemente de su adhesión, como un hecho político importante frente a la inacción de la burocracia de UTE-CTERA ante tamaño ataque») para luego levantarlo sin conseguir ninguna de las reivindicaciones planteadas. Si por el contrario el balance fue negativo, y sólo puede ser considerada negativa si lo que medimos es la adhesión, debemos decir que el bajo acatamiento era evidente desde antes de haberse votado la medida. El paro fue convocado sin ninguna preparación y la conducción modificó la orientación del sindicato, lo cual preparó las condiciones para el bajo acatamiento (sin negar, por supuesto, la campaña mediática y rol de la UTE llamando a concurrir a las escuelas), y esto lo dijo la propia Tendencia, por lo que debieran haber votado en contra de un paro que ya se auguraba aislado, de bajo acatamiento y (en los términos en los que lo planteaba la conducción) «por la galerie«. (Por cierto, la tendencia caracterizaba una rebelión docente, revisen porfa).

No estamos hablando de una huelga reivindicativa típica, sino de la necesidad de medidas de lucha que impidan el retorno criminal a las aulas de cientos de miles de estudiantes y docentes (y millones en el país) en plena pandemia. Es una lucha por la vida. Hoy en mis escuela hubo un caso positivo, la compañera estuvo trabajando conmigo en un aula pero los protocolos consideran que ni yo ni el resto de quienes compartimos espacio con ella debemos aislarnos, mañana tenemos que concurrir. Fijense la experiencia del SUTEBA Escobar, la asamblea votó “no inicio” e inmediatamente al ser convocados a las escuelas los compañeros de la tendencia (muy acertadamente) llamaron al paro (Paro y lucha contra la presencialidad en SUTEBA Escobar – Política Obrera (politicaobrera.com).

La Tendencia por otra parte elige atacar a quienes defendimos el paro sentenciando que se trata de una orientación «foquista sindical» y que «ninguno de los que hicieron este planteo pudo presentar un mandato de sus lugares de trabajo donde se exprese la voluntad de paro». Si es por mandatos votados por las bases, tampoco lo tenían quienes votaron el levantamiento. Sin embargo, este ataque oculta que la amplia mayoría de quienes defendimos el planteo de continuidad somos activistas de nuestros colegios, mientras que el levantamiento fue defendido por la misma conducción que defiende la presencialidad «con condiciones» y vergonzantemente por la Tendencia.

Nuestros críticos dicen rechazar “la idea de que una acción impulsada por un sector atraerá a otros sectores”. Cómo ¿no era así? ¿No es convocando a la acción que ganaremos a más compañeros a la lucha? Si la propia tendencia dice que existen “enormes reservas de lucha que tiene la docencia, que ha logrado ´pinchar´ las burbujas que se pretendieron implementar a fines del 2020 y ha acumulado una experiencia muy valiosa junto a las familias en la lucha contra el estado y el capital en el intento de hacernos volver a las escuelas”. El problema es justamente la orientación de Ademys y la multicolor, no que los compañeros no quieren luchar.

En la asamblea se notó como nunca las dos tendencias que se desarrollan en Ademys y en la izquierda en general, una a salir a luchas y generar un cause para la acción de las bases, la otra, por contener al activismo en función de la construcción de un aparato político-sindical. La conducción (con la excusa de un ataque troll perpetrado en la asamblea anterior) silenció los micrófonos de todos los participantes, que sólo ellos podían habilitar para hablar. De esta manera, a la hora de votar la multicolor/FITU presentó un pliego «sábana» que opuso a mociones particulares, como ya hiciera en la asamblea anterior. La propia tendencia se vió en la encrucijada de no poder votarlo, porque unía el levantamiento del paro (que apoyaban) con la defensa de las «diez condiciones para la presencialidad” (que rechazaban). También negaron la posibilidad de unificar las mociones que apuntaban a continuar el paro, para dividir la votación, mientras atacaban a los activistas de que solicitaban que se unifiquen sus mociones de “maniobrar” (el que le quepa el sayo…). Sin embargo, nada dice Política Obrera de la asamblea más aparateada de la historia de Ademys.

Compañeros de la Tendencia, abramos el debate. Lean a Altamira, lleven adelante las conclusiones de la conferencia de Tribuna Docente Tendencia. (Cierre de Jorge Altamira en la 1° Conferencia Nacional de Tribuna Docente (Tendencia) – Política Obrera (politicaobrera.com). Organicemos juntos un comité de lucha contra la presencialidad.