Diario Obrero Nº 37 | 12 de agosto de 2022
Los treinta y cinco mil trabajadores que marcharon el martes en Mendoza anunciaron un ascenso de luchas en todo el país que terminó por consolidarse con el parazo docente del miércoles. El acampe piquetero del mismo día se transformó en un hecho histórico. La masividad de las protestas contra un gobierno peronista abre una nueva etapa en la Argentina.
Alberto Fernández actúa ya, un año antes, pensando en cómo entregarle el poder a Larreta en las mejores condiciones posibles. Esto aunque los macristas se arranquen los ojos entre ellos o se anuncie una derrota imponente contra Bolsonaro en Brasil.
La CGT marchará finalmente el 17 en apoyo a Sergio Massa. El superministro volvió a subir la tasa de interés de los bancos mientras anuncia bonos que, cada tanto, reemplazarían paritarias, tal como sucede con los jubilados.
Las restricciones a los planes sociales se contraponen a las ganancias extraordinarias de los bancos y fondos de inversión que preveen llevarse cuatro billones de pesos en el segundo cuatrimestre del 2022. Como los bonos están atados a la inflación, los precios no pararán de subir. La clase obrera se priva cada día de mayores víveres, entre ellos, alimentos y papel higiénico. Quizá sea hora de agarrar la cacerola.